Cuenta la leyenda que, hace varios siglos, el
Sol le suplicó a la Luna que le tapara un rato, que le diera una
coartada para ausentarse del cielo, para bajar a la Tierra y ser libre,
aunque sólo fuera un momento. El Sol quería dejar de ser el centro del
Universo, quería que nadie se diera cuenta de su presencia, pasar
inadvertido para sentirse liberado de tanta presión. La Luna, ante tanta
súplica, accedió, y un día de junio cuando el sól más brillaba, la Luna
se acercó al Sol, y le fue cubriendo, poco a poco, para que a los
mortales de la época no les sorprendiera de golpe la oscuridad.
El
Sol, que desde lo alto hacía millones de años que observaba la faz de
la Tierra, no lo dudó, para sentirse libre y pasar desapercibido se hizo
corpóreo en el ser más perfecto, rápido y discreto que había; UNA GATA NEGRA.
La Luna, perezosa, en seguida se sintió cansada, y sin avisar a su
amigo Sol, se fué apartando. Cuando Sol se dió cuenta ya era demasiado
tarde, salió corriendo hacia el Cielo, y tan rápido huyó, que se dejó en
su morada momentánea parte de él; cientos de rayos de Sol se quedaron
dentro de la Gata Negra.
Desde entonces, todos los gatos que nacieron de la Gata Negra eran lo que nosotros, por desconocimiento, llamamos GATOS CAREY.
Su manto oscuro se ve roto por cientos de rayos rojos, amarillos y
naranjas. Y lo que la gente tampoco sabe es que su origen solar les
atribuye propiedades mágicas, ya que atraen la buena suerte y las
energías positivas.
Murli es una gata
solar, miles de rayos se distinguen en su manto, y si su cara se divide
en dos (como
sucede habitualmente en los "gatos carey") es para evidenciar su doble naturaleza; gatuna y divina).
sucede habitualmente en los "gatos carey") es para evidenciar su doble naturaleza; gatuna y divina).
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